Un problema social no siempre puesto de manifiesto en el análisis es el de las personas que no son propietarias ni alquilan con contrato en la Ciudad. Las inequidades tienden a aumentar.La tenencia precaria de vivienda trasciende la típica dicotomía “propietario-inquilino”, determina –sin ser condición suficiente– la pobreza estructural y hoy asciende al 12,2% de los hogares, cuando hace 15 años era de 9,6%. En otras palabras, casi 158 mil hogares porteños no poseen tenencia regular de su vivienda.
Según la Encuesta Permanente de Hogares del último trimestre de 2018, se registraron 45,6% de los casi 160 mil hogares en situación de propiedad irregular de la vivienda (grupo 2), concentrados en su casi totalidad en barrios informales y asentamientos (Gráfico 1), seguidos por 22% de ocupantes gratuitos por cesión, préstamo o permiso (grupo 3), 19,3% de ocupantes que pagan impuestos y expensas (estarían también bajo cierto criterio en el grupo 3), 5,6% de ocupantes en relación de dependencia laboral (encargados de edificios, serenos, grupo 1), y 1,23% de ocupantes de hecho sin permiso (llamados vulgarmente “ocupas”, grupo 4).
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